miércoles, 18 de diciembre de 2013

Carta al loco del pelo rojo

Por Jorge Humberto Chávez

Soy yo, desde luego, pero yo volviéndome loco
Vincent Van Gogh


Todos somos una boca poblada de huecos una mano que no halla sostén una pila de cántaros rotos en la tierra

tú has llegado de un alba fría en las bocaminas buscando en los rostros dolidos de los hombres un mundo distinto y nuevo

tú al fin has llegado al campo de trigos que remueve el sol coronado de cuervos afilados como dagas

tus vecinos protegen su débil corazón y les pintas un cuadro para que haya color y esperanza en las paredes de sus casas

aquí está mi hombro dispuesto para el tajo aquí un vaso de ajenjos y coñaques aquí el pan pobre bajo la luz del sur

ochenta perros te persiguen pájaros cónicos perturban tu mano y no te dejan pintar a esos ebrios cipreses

médicos y putas y gente peor desean preservas sus rostros en lindos retratos que amigos e hijos puedan festejar

por eso no están junto a ti y prefieren tus orejas y toman tus cuadros para cubrir sus cocinas con hoyancos

todo está lleno de hambre y de invierno y ahora que no quedan dientes ni aliento por fin has encontrado tu pintura

los últimos astros del amanecer te convocan a caminar esta jornada sabiendo que no verás continuación

hacia el final del día ya no habrá diferencia porque todos debemos descender al pozo donde respira la locura

estando así las cosas dispara y haz la traza al corazón apedreado para que todo estalle en color sangre y naranja

así las cosas te invito a este solar porque la luz te está esperando para brillar cálidamente en tu cuerpo

toda la tarde entre los sembradíos con tu mano en el pecho protegiendo del polvo el cárdeno agujero que atesoras

no tienes mujer esperando en tu casa no hay una sola gota de vino en tu vaso pero ya están preguntando por ti

el girasol y las estrellas





Este poema forma parte del libro Te diría que fuéramos al Río Bravo a llorar pero debes saber que ya no río ni llanto, con el cual Jorge Humberto Chávez obtuvo el premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2013, el más importante en México para poemarios inéditos. 
En dicho volumen se aprecia la tensión del lenguaje ante un mundo en el que la catástrofe se ha vuelto cotidiana, sin que la referencia a sucesos concretos asimile la poética del autor con la llamada “poesía social” de los 60 y 70. Hay en estos versos una forma honesta de acercarse a hechos dolorosos con los recursos de la poesía actual. Por ello, he decidido colgar en este blog un poema que aborda la conflictiva relación con el mundo desde la cual Van Gogh creo sus cuadros, al borde de la locura; poema que ejemplifica muy bien la última línea del poemario: “la poesía es el cadáver de la vida que algunos pasan cargando ante tu puerta”.

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