martes, 30 de enero de 2018

Dos poemas de Jaime Sáenz

La partida 


Por tu modo de morir, por ese modo de conocer yo adiviné,
viajabas en la antigüedad.
Tus ojos miraban mi manera de vivir, mi manera de ser,
tí sabías estas cosas.
Un abandono misterioso, un permanente silencio.
Unos latidos en la lluvia y tú,
en esta húmeda oscuridad, y también mis huesos,
yo siento la pena infinita con que me van a dejar.
Te lo ruego:
cuando mires no me mires.




Una piedra


Buscaré en el confín del horizonte, en la oscuridad del recuerdo y más allá de él,
alguna presencia oculta en mi presencia
--buscaré más allá del miedo y del olvido, y me iré de mí.

Buscaré un tú en algún yo, un mí en algún tú, una piedra.
El que yo no esté importa poco.
Allá me quedaré.




lunes, 15 de enero de 2018

De “Clube da poetisa morta”

de Adília Lopes


Clarisse Lispector,
a senhora não devia
ter-se esquecido
de dar de comer aos peixes
andar entretida
a escrever um texto
não é desculpa
entre um peixe vivo
e um texto
escolhe-se sempre o peixe
vão-se os textos
fiquem os peixes
como disse Santo António
aos textos

Do outro lado da ponte
está um monte
e do outro lado
do monte
está uma fonte

A vida, Augusto Comte, é um mar de miosótis

a vida é andar para cá e para lá


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