Por Jorge
Humberto Chávez
Soy yo,
desde luego, pero yo volviéndome loco
Vincent
Van Gogh
Todos somos una boca poblada de huecos una
mano que no halla sostén una pila de cántaros rotos en la tierra
tú has llegado de un alba fría en las
bocaminas buscando en los rostros dolidos de los hombres un mundo distinto y
nuevo
tú al fin has llegado al campo de trigos
que remueve el sol coronado de cuervos afilados como dagas
tus vecinos protegen su débil corazón y les
pintas un cuadro para que haya color y esperanza en las paredes de sus casas
aquí está mi hombro dispuesto para el tajo
aquí un vaso de ajenjos y coñaques aquí el pan pobre bajo la luz del sur
ochenta perros te persiguen pájaros cónicos
perturban tu mano y no te dejan pintar a esos ebrios cipreses
médicos y putas y gente peor desean preservas
sus rostros en lindos retratos que amigos e hijos puedan festejar
por eso no están junto a ti y prefieren tus
orejas y toman tus cuadros para cubrir sus cocinas con hoyancos
todo está lleno de hambre y de invierno y
ahora que no quedan dientes ni aliento por fin has encontrado tu pintura
los últimos astros del amanecer te convocan
a caminar esta jornada sabiendo que no verás continuación
hacia el final del día ya no habrá
diferencia porque todos debemos descender al pozo donde respira la locura
estando así las cosas dispara y haz la
traza al corazón apedreado para que todo estalle en color sangre y naranja
así las cosas te invito a este solar porque
la luz te está esperando para brillar cálidamente en tu cuerpo
toda la tarde entre los sembradíos con tu
mano en el pecho protegiendo del polvo el cárdeno agujero que atesoras
no tienes mujer esperando en tu casa no hay
una sola gota de vino en tu vaso pero ya están preguntando por ti
el girasol y las estrellas
Este
poema forma parte del libro Te diría que
fuéramos al Río Bravo a llorar pero debes saber que ya no río ni llanto,
con el cual Jorge Humberto Chávez obtuvo el premio Bellas Artes de Poesía
Aguascalientes 2013, el más importante en México para poemarios inéditos.
En
dicho volumen se aprecia la tensión del lenguaje ante un mundo en el que la catástrofe
se ha vuelto cotidiana, sin que la referencia a sucesos concretos asimile la
poética del autor con la llamada “poesía social” de los 60 y 70. Hay en estos
versos una forma honesta de acercarse a hechos dolorosos con los recursos de la
poesía actual. Por ello, he decidido colgar en este blog un poema que aborda la
conflictiva relación con el mundo desde la cual Van Gogh creo sus cuadros, al
borde de la locura; poema que ejemplifica muy bien la última línea del
poemario: “la poesía es el cadáver de la vida que algunos pasan cargando ante
tu puerta”.