por Agustín Abreu Cornelio
publicado en Tema y Variaciones de Literatura
“Me arrebatasteis
mi gorrión hermoso”,[1] lloraba Cayo Valerio Catulo en uno de sus epigramas a
Lesbia. Siendo el ave un símbolo del poeta en la tradición occidental,
podríamos imaginar que en este verso se identifica la pérdida –y, en
particular, la pérdida del canto del ave– con el origen del canto poético. En
la antigua Grecia, la docilidad y aparente indefensión del gorrión eran
contrastados con la potencia de su trino como un símbolo de la expresión
poética surgida de la precariedad: “El gorrión te indica que es el momento de
cantar tu canción”.[2]
Aunque el poema de Catulo indica una afectación en el sujeto lírico, la
existencia del ave misma se presenta ajena a la constitución de Yo. Caso
distinto es el del libro de Reina María Rodríguez (La Habana, 1952) …te daré de comer
como a los pájaros… (2000), en el que la muerte de un ave es el momento
fundacional del Yo lírico, en el cual culpa y muerte se hacen propias: “mi
culpa se transforma en la luz que rodea al cuerpo muerto”;[3] de manera que no hay aquí
y allá, no hay distanciamiento, sino una asimilación de la muerte en el
nacimiento del texto. Se trata de una radicalización de la coincidencia entre pérdida
del canto y origen del canto que leíamos en el poema de Catulo, pues en el
libro de la cubana no se trata de fenómenos que coincidan únicamente en el
tiempo (uno como consecuencia inmediata del otro), sino que coexisten en el
sujeto lírico y en su cuerpo (textual): “mi culpa despoja, actúa en el
crecimiento”.[4]
Es
en dicho “despojamiento” que se fundamentan las ideas vertidas en el presente
ensayo: lo que se pretende es mostrar cómo la “desposesión” –en el sentido que
Judith Butler y Athena Athanasiou lo discuten en su libro Dispossession–, por causa de la muerte y de la expulsión del hogar,
sustenta la constitución de un Yo lírico que pone en crisis la subjetividad unitaria
y soberana vinculada a una noción de propiedad –característica de la
Modernidad– y, a su vez, que dicha desposesión también estaría expresada en la
singular forma –o corporalidad– del texto. Una desposesión que, asimismo, participa
en la conformación de la figuración de una escritora que pretende insertarse en
el campo literario latinoamericano contemporáneo. Esta desposesión tiene,
además, un efecto retórico que pretende afectar al lector que desarrolla una
voluntad de comunión, propia de la palabra poética.
Seguir leyendo en Tema y Variaciones de Literatura 48.
[1] Catulo, Cayo Valerio. La poesías de Cayo Valerio Catulo.
México: Ignacio Escalante, 1905. p. 21.
[2] Tótem Animal. https://totemanimal.org/2013/04/24/gorrion-totem/
[3] Rodríguez, Reina María …te daré de comer como a los pájaros… La
Habana: Letras Cubanas, 2000, p. 7.
[4] Ibid., p. 7.