por José Luis Rivas
(La transparencia del
deseo)
Para soñar
la vida abre los ojos
instila la
primera lágrima
donde beben
las aves
que escoltan
el invierno de los ríos
los grises
temporales de encrestadas olas
entre cuyo
fragor espumante
sólo cruza
un bando de pelícanos
Para soñar
la vida
profiere la
primera sílaba
dice al azar
el nombre de la cosa
y ésta se
anima
y aparece
Si nombra al
sol de estío
todas las
nubes
en corro
se disponen
y el sol las
baña con ortigas
(una espina
de luz en cada pluma
y una
caricia franca
sobre las
velas combas)
Para soñar
la vida alinea sus granos
flamantes en
mazorca
cuando las
milpas en la tarde son cálidas
como la
brisa
cuando la
aldea
abre sus
venas
en red de
azules vallas
y dorados
atajos
Para soñar
la vida abre la mano
y sobre la
palma tendida
cae
—pañuelo a
la deriva—
la hoja
sepia del otoño
sólo un
segundo antes que las lágrimas
porque las
despedidas son de ámbar
y nos dejan
leer con cuentagotas
su rosario
Para soñar
la vida
abre
los ojos