Sobre él, escribió José Díaz Cervera:
“Desde
la erosión en que acontece el testimonio, Agustín Abreu Cornelio se aproxima al
mundo; su voz sabe que la memoria es una forma de la fiebre y que hay algo duro
e irrevocable en nuestras vidas aconteciendo siempre bajo las formas diversas
y rigurosas del padecimiento.
Con
esa exactitud, la poesía de Abreu Cornelio ha aprendido a moverse con soltura
en el silencio, haciendo de éste el testigo fiel de las circunstancias en que
nos ha tocado vivir. Violencia, enfermedad, indefensión, olvido e indiferencia
constituyen la crónica que se incendia bajo las palabras de este poemario, que
tiende a la dislocación constante casi como un mecanismo de voluntad
discursiva que funciona como única salvaguarda contra el pesimismo.
Literatura
penetrante es la de este libro donde la palabra es un acto de fe cuya misión es
aligerar el peso del tiempo. Sin renunciar a su vocación intimista, la poesía
de Agustín Abreu Cornelio se proyecta hacia un cosmos que no deja de
interpelarnos —severamente— con sus puertas oscuras, sus paredes de sal y sus
ventanas de rabia y de reclamo.”
Más información sobre el X Encuentro Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer Cámara, aquí.
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